La obra misionera es un mandato de Dios a su pueblo, a todo creyente que compone la Iglesia de Jesucristo.
(Mateo 28:19-20; Hechos 1:8)
Este mandato es para alcanzar a las almas perdidas, las que están en nuestro territorio (Jerusalén), las que están adyacente a nuestro territorio (Judea y Samaria: otros estados), y hasta lo último de la tierra (fuera de nuestras fronteras). Por ello, como Iglesia respaldamos a misiones y anhelamos ser de bendición a aquellos que están trabajando en el campo misionero.
Nuestro apoyo es en la siguientes áreas