Esta es una pregunta muy importante que debemos hacer en nuestros días cuando parece ser que todo mundo habla acerca de Jesús como el “Camino”, mientras es evidente que dicho camino solo se camina un poco. ¿Qué es caminar con Dios, en Cristo, consistentemente, perseverantemente, andando una y otra vez dentro del sendero?
El caminar con Dios comienza en la vida de la persona, cuando varias obras de Dios se han llevado a cabo en el corazón humano. Debo recordar que es “mi caminar” con Dios lo más importante. Otros, pueden estar con nosotros, para animarnos; pero cuando nos referimos a caminar, lo que importa son el corazón interno y la mente.
Notemos las palabras de Mateo 7:13, 14:
"Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan."
¿A qué se refiere el camino “angosto”? Es el camino que ha sido comprimido; es un lugar apretado, entre rocas elevadas.
¿Qué es el caminar con Dios, y qué significa esto?
Existen varias marcas en el caminar con Dios que son evidentes:
1. El caminar con Dios significa que hemos sido reconciliados.
En Amós 3:3 se nos pregunta, “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” La naturaleza de mi vida ha sido cambiada, y he sido llevado a una armonía con Dios. Dios no ha sido conformado al hombre, sino el hombre ha sido conformado a Dios. Si, el caminar con Dios significa que hemos sido reconciliados con Él.
2. El caminar con Dios implica una correspondencia de la naturaleza.
La luz no tiene comunión con las tinieblas. Ningún pecador puede caminar con Dios. Es el pecado lo que nos separa de Dios. Cuando Adán pecó, se escondió de la presencia de Jehová entre los árboles del huerto. Un caminar con Dios es una prueba de que el pecado ha sido colocado lejos.
3. El caminar con Dios implica que existe una correcta actitud moral.
Dios no camina fuera del camino de la santidad. El caminar con Dios significa que nosotros cesamos de andar nuestros caminos, que nosotros abandonamos el camino del mundo. Significa que hemos sido hechos aptos a través de la santidad de Dios, para caminar con Él.
4. El caminar con Dios significa rendir nuestra voluntad.
Dios no forzará Su presencia a nadie. Se nos dice que Jesucristo (Hebreos 10:7 y proféticamente en Salmos 40:8) vino a hacer la voluntad del Padre y que Él se deleitó en llevar a cabo tal voluntad. Debe existir una disposición y prontitud de nuestra parte para tomar Su yugo sobre nosotros (Mateo 11:29). Dios no fuerza estas cosas sobre nosotros, pero el tomar el yugo de Cristo sobre nosotros nos habilita a llevar a cabo lo que Dios quiere que nosotros hagamos, y que lo hagamos con una disposición correcta.
5. El caminar con Dios implica comunión espiritual.
La palabra caminar implica un progreso continuo. No es una carrera, un salto, una racha acelerada, sino un continuo y firme caminar in dirección hacia adelante. Es el crecimiento en la gracia.
6. El caminar con Dios implica crecimiento en el conocimiento de Dios.
Mientras que una cosa es hablar acerca de Dios o razonar acerca de Dios, otra cosa es conocer a Dios. Esto es el lado práctico y experimental de la vida Cristiana. Si nosotros vamos a conocer a Dios, entonces debemos caminar con Él; entre más caminemos con Él, más profundo será nuestro conocimiento de Dios.
7. El caminar con Dios trae como consecuencia un profundo gozo y paz.
La vida de una persona cuando camina con Dios será una vida de felicidad y de gozo. ¿Cómo podemos ser nosotros miserables y sombríos con tal compañía como la de nuestro Amado Señor?
8. El caminar con Dios nos asegura protección. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”. Nada puede dañar al hombre que tiene al Señor nuestro Dios a su mano derecha.
9. El caminar con Dios trae como consecuencia el testificar para Dios.
Antes que podamos testificar acerca de Dios, debemos caminar con Dios. Debe existir algo que preceda al servicio: la gran carencia en el evangelismo moderno es una vida personal y abundante que se obtiene en el caminar con Dios. Jesús, aun al Diablo le declaró cuál debía ser el orden correcto: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás” (Mateo 4:10). Debe existir una verdadera adoración a Dios antes que podamos servir a Dios.
Conclusión
Gracias a Dios hemos encontrado “el Camino” en Cristo Jesús nuestro Señor. Habiéndolo hallado, ahora debemos “caminar” el Sendero. El Apóstol Pablo exhortó a los Efesios, “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados” (4:1). Él le dijo a los Colosenses “para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (1:10). En su primera epístola a los Tesalonicenses, los urge a “y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y Gloria” (2:12).
Una cosa es encontrar “el Camino”; otra cosa será caminar “el Camino”. ¡Este es el aspecto en el cual el Cristianismo en nuestra generación ha fallado! Muchos no saben cómo caminar el camino. Que el Señor sea el Sendero en el cual viajamos; que el Señor nos habilite para caminar el camino correctamente, ¡para Su honra y gloria!